Hace unos días Estefanía Yepes reflexionaba sobre el
“Síndrome de creación continua”. Os dejo aquí el enlace de su entrada porque es
una reflexión que no hay que perderse de ninguna forma: http://estefaniayepes.blogspot.com.es/2016/07/reflexiones-de-un-escritor-afectado-por.html;
y hace un par de días además estuve hablando con Clara Sierra del blog https://athalialalia.blogspot.com.es/
sobre
el motivo por el que escribimos. Todos
(o al menos la mayoría) llegamos a la misma conclusión: lo hacemos porque lo
necesitamos. Si hace un año me hubieran
dicho que me iba a volver loca de felicidad mientras plasmaba historias en una
hoja en blanco, me habría reído a carcajadas. Y es que es cierto aquello de que “la vida
puede cambiar en un solo instante”, pero ese es otro tema para abordar
seguramente otro día. Digo que me habría reído porque mi profesión es otra y
jamás se me había ocurrido escribir. Pero un día vi un concurso literario de
una editorial de novela romántica y me lancé, animada por unas cuantas
entusiastas que creían en mí (pobrecitas mías la lata que les di).
Cuando escribes algo lo haces con pasión, poniendo
todo de ti y quizá no te lea nadie, tu familia y algún amigo que se apiade de
ti, pero eso debe ser lo menos importante. Cada vez que me preguntan por qué
escribo les digo que por necesidad vital, lo explico. A día de hoy necesito
escribir como respirar, aunque simplemente sean un par de páginas o garabatear
en uno de los mil cuadernos bonitos que me compro para hacer los mapas y reflejar
las ideas. De hecho, lo tengo comprobado y en épocas de mucho estrés laboral,
en los que apenas puedo rozar las teclas del ordenador, me siento irritada,
inquieta y no estoy agusto conmigo misma. No lo hacemos por ganar cantidades ingentes de
dinero, que dicho sea de paso es básicamente una utopía para la gran mayoría.
Tampoco lo hacemos por ser conocidos, pues el ego es lo primero que mata el
talento como leí hace poco. Como dice una amiga mía, «no es lo mismo ser conocida
que reconocida». Mucha gente dice que es
una carrera de fondo, que los frutos al final llegan, y es totalmente cierto.
No debemos esperar miles de seguidores, cientos de me gusta por las redes
sociales y millones de opiniones sobre nuestras historias. Yo considero buen
escritor a aquella persona que siempre tiene un momento para charlar con sus
lectores, a los que dedica aunque sea unos minutos, el que intercambia
opiniones y siempre está dispuesto a aprender.
Es algo que debemos hacer porque nos gusta, nos
motiva, y en definitiva, porque te haga feliz. Sé que mucha gente no me entenderá,
pero estoy convencida que otra tanta sí. Al escribir la palabra FIN y terminar
con la historia, con la que habrás estado no menos que unos cuantos meses, cada
día, riéndote, enfadándote, a veces llorando y otras muchas desesperándote por
los temidos bloqueos, el escritor siente un nudo de emociones extraño. Yo, al
menos, me siento contenta, satisfecha, orgullosa, triste, nostálgica y rara es
la vez que las lágrimas no se derraman frente a la pantalla algunos minutos. Así
que si alguien me vuelve a preguntar sobre la razón por la que dedico horas
sentada frente a la pantalla, le quito horas al sueño, a la familia, a los
amigos, etc. Creo que le responderé: «por dos motivos, porque lo necesito y
porque me hace feliz».
Me haces plantearmelo a mi también. Un montón de preguntas: ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Para quién? Para mi es intimidad, algo que solo vive en mi y por tanto solo yo puedo sacar. Necesidad vital, por supuesto. Estoy contigo, como respirar. ¿Quieres disfrutar de mi compañía? Ven a verme después de poder escribir un capítulo, jajaja. Besos, princesa!
ResponderEliminargracias por tu opinión, compi! un besazo
EliminarMe haces plantearmelo a mi también. Un montón de preguntas: ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Para quién? Para mi es intimidad, algo que solo vive en mi y por tanto solo yo puedo sacar. Necesidad vital, por supuesto. Estoy contigo, como respirar. ¿Quieres disfrutar de mi compañía? Ven a verme después de poder escribir un capítulo, jajaja. Besos, princesa!
ResponderEliminarHola guapa! Estoy totalmente de acuerdo contigo. Es una necesidad que no se puede controlar, pero que necesidad más bonita. Un besazo.
ResponderEliminar¡me encanta tener necesidades así! besos Clara
EliminarMuy buena entrada. Coincido completamente contigo. Es algo que necesitas y te hace feliz, te completa. Cualquier otra razón, a largo (o incluso medio) plazo, solo puede generar frustración e infelicidad.
ResponderEliminar¡cierto es, Lucía! Un beso y gracias por pasarte
EliminarA ti te gusta y te hace feliz, a mí me gusta que te guste y me haces feliz, me entretienes, me transportas... ¡Qué más pedir! Sigue haciendo lo que te gusta y sigue compartiéndolo porque tu terapia es nuestra terapia😘
ResponderEliminar¡gracias loquita! un besote enorme
Eliminar¡Qué reflexión más bonita! y totalmente acertada. Creo que cualquiera de los que hemos sido picados por este gusanito, nos vemos reflejados en tus palabras. ¡Un beso!
ResponderEliminargracias Angélica. Me encanta saber que hay más gente que comparte lo mismo que yo. Besos!
EliminarGran reflexión, y si te gusta y te aporta cosas sigue adelante
ResponderEliminarpues sí, Mar. Hay que hacer las cosas porque nos apasionen. Un besazo enrome
EliminarGran reflexión, y si te gusta y te aporta cosas sigue adelante
ResponderEliminar