Escribir… según la RAE “representar las palabras o ideas con
letras u otros signos trazados en papel u otra superficie”. Hace dos años y
medio en mi vocabulario esta palabra se limitaba a redactar un informe de un
alumno, a elaborar una ficha o a anotar las informaciones de las reuniones en
un cuaderno. Nunca he sido una de esas autoras que llevaba años con historias
en los cajones y cuadernos llenos de historias mágicas. Lo mío siempre fue algo
más producto de la casualidad. Un día comencé
a leer novelas románticas hasta que un día creé la mía propia. Rechazada en un concurso
no me di por vencida y tras pasar algunos filtros de personas que me ayudaron y
alentaron a publicarla, la lancé en Amazon, con gran éxito para mi sorpresa.
A partir de ahí, la necesidad de escribir para mí, para
sentirme bien y en paz fueron creciendo, pero no se quedó ahí la cosa y fui publicando
historias que me inspiraban en el momento y que me apetecía mostrar. Todo el
proceso de creación, de publicación, promoción, sorteos, concursos, entrevistas…
ha sido siempre una experiencia bonita, enriquecedora, en la que he aprendido mucho y
sigo haciéndolo día a día. Sin embargo también es agotador y si además cuentas
con un trabajo que te exige mucho, puedes acabar exhausto. Así es como me
encuentro desde hace un tiempo. Acabé el mes pasado la historia de ballet de la
que os habéis ido haciendo eco poco a poco a través de mis redes sociales. Por
desgracia a esa historia le queda mucho por pulirse, por ser lo más perfecta
posible, ya que de otro modo no verá nunca la luz. No me conformo con la
mediocridad pues los lectores no se merecen menos que aquello que roce la
perfección. Por esta razón, porque el trabajo sigue demandándome demasiado
tiempo y no me encuentro preparada ni física ni mentalmente para seguir, voy a
alejarme un tiempo como escritora. Continuaré en la sombra, reescribiendo esa
historia que espero un día pueda llegar a vuestras manos y podáis emocionaros
con ellos y soñar con los lugares por los que pasean.
Espero y deseo poder deciros que pronto volveré a estar
completamente activa, compartiendo novedades, hablando de esa historia new
adult que me quema las manos, y hablaros abiertamente de Aleksei y Katerina.
Por el momento, entorno la puerta hasta que las fuerzas regresen. Gracias a
todos por el eterno apoyo y por ser chicas Butler. Nos leemos pronto.